En primer lugar compramos unos buenos lomos de salmón congelados en esta ocasión y los dejamos descongelarse a temperatura ambiente.

Mientras tanto vamos preparando nuestra salsa de nata. La vamos a hacer elaborando primero un sofrito de cebolla y ajos muy bien picaditos con un par de cucharadas de aceite de oliva virgen.

Una vez que observemos que empieza a transparentar la cebolla incorporamos los champiñones laminados y agregamos el vino blanco. Rehogamos hasta que La salsa haya reducido. Es el momento de añadir la nata y seguir removiendo.

Como base vamos a poner unas patatas pequeñas previamente hervidas cortadas en rodajas no muy gruesas, como vemos en la imagen. Las cocemos antes para que estén en su punto a la vez que el pescado, ya que necesita mucho menos tiempo de horno. Antes de poner el salmón le ponemos sal y aceite a las patatas para que salgan doraditas.

Precalentamos el horno a 180 grados y lo dejamos hornear unos 15 minutos. A la mitad del horneado le podemos dar la vuelta a los lomos y añadir unos 100 ml más de nata líquida para obtener más salsa.

Y una vez esté el salmón en su punto, sacamos la fuente del horno y tras reposar un par de minutos ya podemos emplatar a nuestro gusto. Os recomiendo cubrir las patatas y los lomos de salmón con abundante salsa, ya que le va a aportar una untuosidad deliciosa. Y a ser felices, buen provecho a todos.