Lava y corta en trozos el jitomate y el pimiento morrón (puede ser de cualquier color menos verde, que no le daría una apariencia muy apetitosa con el jitomate rojo, aquí juega también la teoría del color). A este último se le retiran las venas y semillas.

Licuar el jitomate, el morrón, la rodaja de cebolla y el ajo. Puedes añadir un poquito de agua (muy poquito) para hacerla menos espesa. También puedes colar o no la mezcla, según desees. Cuando hayas obtenido una salsa uniforme deja aparte.

Corta las milanesas en fajitas o cubos. Una vez hecho esto dora los trozos en un poco de aceite en una olla antiadherente. Añade sal al gusto, pimienta negra, la mejorana, el tomillo, la salsa inglesa y el caldo de pollo en polvo.

Espera a que selle y remueve de cuando en cuando para que los trozos de pollo no se apelmacen entre sí. Cuando la carne haya cambiado de color entonces añade la salsa de jitomate con morrón. Deja cocer 20 minutos a llama baja removiendo una o dos veces nada más solo para evitar que el guiso se pegue al fondo. Al terminar el tiempo de cocción rectifica sazón.

Se sirve con plátano frito y arroz por excelencia (pela y corta en rodajas un plátano macho y dóralo hasta cocer bien con un poco de aceite, es todo) En esta ocasión no dispuse de arroz pero las enchiladas potosinas le dieron un toque de mi propia tierra.

Otra opción es si hiciste caldo de pollo y no deseas servir la carne tan simple, desmenuza y prepara de esta forma. ¡Buen provecho!