Preparar y alistar todos los ingredientes conforme se señaló.

Salpimentar las presas de pollo y reservar.

En una sartén o cacerola de base extendida, calentar la mitad del aceite y dorar el pollo 7 minutos por lado.

Mientras se dora el pollo, en otra sartén, calentar el resto del aceite y freír la cebolla junto con el ajo unos cinco minutos mezclado todo para evitar que el ajo se queme.

Añadir al sofrito de cebolla y ajo la salsa de tomates, el orégano y el azúcar. Mezclar y continuar la cocción un par de minutos.

Incorporar el caldo de pollo, verificar el punto de sal y corregir si fuese necesario con un poco del concentrado de pollo desmenuzado o sal. Dejar que la salsa complete su cocción a fuego medio-bajo unos 10 minutos contados desde el momento en que nuevamente suelte el hervor. Transcurrido ese tiempo, retirar del fuego y reservar.

Mientras se hace la salsa, dar vuelta las presas de pollo y dorar por otros 7 minutos la otra cara. Una vez dorados ambos lados, retirar del fuego y reservar.

Acomodar las presas en una fuente refractaria y regar la carne con la copa de vino (optativo)

Verter la salsa de tomates sobre las presas y espolvorear sobre ellas el queso rallado.

Precalentar el horno y hornear a 170° por espacio de 40 a 50 minutos (30 minutos en la función de cocción y 20 minutos en la función cocer-dorar)

Servir inmediatamente con el acompañamiento que se desee (arroz, puré, etc.) y rociado de su salsa. En este caso, se acompañó con papas pre-cocidas asadas junto con el pollo.