
Cambié las almejas por galeras (las freí al principio con 3 ajos enteros) y las reservé, y le añadí la mitad del agua de la cocción de la borraja y la otra mitad de fumé (no le puse vino). Tampoco le puse perejil. Me quedó un arroz jugosito y supersabroso. Todo un descubrimiento y que seguro, voy a repetir.

