Crecí viendo a mi padre en la cocina, y adquirí el gusto por la preparación, tratando de dar un toque especial a lo cotidiano, un sabor diferente, mi padre siempre me decía "la cocina es un recetario, con hojas en blanco" la cocina es un laboratorio, dónde se aprende de otros y de nuestros aciertos y errores.