Carne en rollo al horno

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Santiago de Compostela

La carne en rollo es un plato muy completo.

En el podemos incluir carne, verduras, huevo,… lo que nos ofrezca nuestra nevera y la despensa.

En este caso no he querido mezclar proteínas de distinto tipo, pues suelo hacerla con huevo y jamón, y sólo me he quedado con las verduras.

Además, y para darle un toque diferente, la he hecho al horno. Y, sinceramente, no tiene nada que envidiar a la carne en rollo de toda la vida.

Os animo a que la probéis de esta manera.

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Ingredientes

80 minutos
4 raciones
  1. Carne de falda de ternera
  2. 1 cucharadacarne de pimiento choricero
  3. Champiñones laminados (pueden ser frescos o en lata)
  4. 10espárragos verdes en conserva
  5. 2 manojosespinacas frescas
  6. mediacebolla
  7. mediopimiento verde
  8. mediopimiento rojo
  9. 1 chorrocoñac
  10. 1 vasoaceite de oliva
  11. 0.5 litrocaldo de carne
  12. Sal
  13. Pimienta negra

Paso a paso

80 minutos
  1. 1

    Si tenemos la suerte de tener ya la pieza de carne preparada, la estiramos sobre la superficie de trabajo, previamente limpia, por supuesto, y le echamos sal y pimienta negra por ambos lados.

  2. 2

    Estiramos la carne dejando la parte que lleva la grasa hacia abajo.
    Por la otra parte vamos a disponer los ingredientes siguientes: la carne de pimiento choricero, los champiñones laminados, unos diez espárragos verdes, las espinacas frescas bien lavadas y rematamos con un poquito de sal.

  3. 3

    Envolveremos la carne.

  4. 4

    En el recipiente en el vayamos a preparar la carne en el horno dispondremos la cebolla, el pimiento verde y el pimiento rojo cortados en trozos. No tienen que ser muy pequeños ya que después los pasaremos por la batidora. Ponemos encima la carne y regaremos con el aceite, el coñac y el caldo de carne.

  5. 5

    Metemos en el horno precalentado a 200 ºC durante unos 40-50 minutos. Si nuestro horno tiene la opción del alternar ventilador y gratinador, usémosla, le da un toque especial. Daremos la vuelta a la carne cada 10 minutos para procurar que quede hecha de una manera homogénea.

  6. 6

    Cuando la carne casi esté lista, la sacamos del horno. La retiramos de la fuente y pondremos todas las verduras en un vaso de batidora o en una jarra, depende de la cantidad y del tamaño de los recipientes, claro. Volvemos a dejar la carne en la fuente. Batimos bien todas las verduras, hasta que quede una crema.
    En el caso de que quede muy líquida, tenemos dos opciones: si tenemos tiempo podemos ponerla a fuego medio en un cazo hasta conseguir que reduzca. Sinceramente, esta opción es la más rica y la más sana. Pero si no tenemos tiempo, le agregamos una o dos cucharadas de maicena para que espese.

  7. 7

    Cuando ya tengamos la salsa lista, la incorporamos a la fuente con la carne, regando ésta bien con la salsa.

  8. 8

    La volvemos a meter al horno unos 10 minutos para que quede bien impregnada de la salsa.
    Ya está lista para servir.
    Buen provecho.

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Caricatura gris dibujada a mano de una cámara y una sartén con estrellas saliendo de la sartén

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Santiago de Compostela
Antes de nada os presento mi blog: http://www.lacocinademinia.es/Con esta página no pretendo sumar otra más al amplio mundo de páginas de recetas, sino que quiero ir algo más allá, a través de recuerdos, de reflexiones, trucos, consejos, gustos, etc. Al fin y al cabo, el momento de la cocina es un momento para estar con uno mismo y da lugar a pensar en infinidad de cosas.Mucha de la gente que ha pasado por mi mesa a comer me ha comentado la idea de abrir un restaurante…¡¡¡¡noooo!!! ¡Qué forma de odiar la cocina!. Al igual que me han insinuado que me presente a un concurso de cocina. Al próximo que me diga que me pesente a un concurso de cocina lo mando al Gran Hermano.Sí que es cierto que tengo dos estados diferentes en la cocina: disfrutándola- normalmente fines de semana y cuando viene gente a comer a casa-, y odiándola- cuando tengo que pensar TOOOODOS los días el menú del día siguiente-.Y cuando digo pensar, no sólo es pensar en lo que hacer de comer, sino repasar mentalmente los ingredientes que tengo en el congelador, en la nevera, en la despensa, los que tendría que comprar en caso necesario, en qué momento puedo ir a comprar, si antes o después de recoger a los niños en el cole, o entre que van a una clase o a otra,… ¡¡Lo odio!! Pero no por ello odio cocinar.Empecé este proyecto como terapia y porque, como dice mi madre, soy un “culo inquieto”. Siempre tengo que tener algo en mente y si supone un reto para mí, mejor. Como terapia, me ha servido, y con creces. Estoy teniendo mejor acogida de lo que esperaba y además, tengo a la familia encantada. Todos los días comen algo diferente. No os creáis que las fotos me las saco de internet, no. Las fotos son hechas por mí de platos cocinados por mí, lo cual me obliga a cocinar variado, aunque bien es cierto que no es muy diferente de lo que cocinaba anteriormente.
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