La elaboración de este budín es muy sencilla, únicamente es necesario tener todos los ingredientes preparados con anticipación de manera de no olvidar ninguno. Así que comenzamos haciendo la mise-en-place:
Enmantecamos y enharinamos un molde de budín de 12x24, con papel manteca en la base.
En un bowl colocamos la harina con el polvo de hornear, la sal, el bicarbonato, la canela y las especias de repostería.
Pelamos y rallamos las zanahorias.
Alistamos el resto de los ingredientes.

En un bowl colocamos las dos azúcares, la miel y la esencia de vainilla. Mezclamos para dispersar la miel. Sumamos los huevos y batimos bien. No es necesario utilizar batidora eléctrica, con hacerlo a mano será suficiente. Añadimos el aceite e integramos. Luego sumamos la ralladura de naranja.

Añadimos de manera intercalada la mitad de la zanahoria rallada, luego la mitad de los secos tamizados, la otra mitad de la zanahoria y por último la otra mitad de los secos, integrando completamente en cada adición.
Por último sumamos las nueces picadas y las pasas de uva. Integramos bien.

Volcamos en el molde de budín y llevamos a horno precalentado a 170°C por 60 minutos o hasta que al pinchar el centro com un cuchillo este salga sin adherencias. Dejamos enfriar y desmoldamos. Dejamos que se termine de enfriar por completo en una rejilla antes de decorar.

Nueces caramelizadas:
En una ollita pequeña colocamos el azúcar, el agua, la esencia de vainilla y llevar a fuego moderado hasta obtener un caramelo de color ámbar, mezclando de tanto en tanto. Retiramos del fuego, añadimor las nueces, mezclar para que se cubran de caramelo y ret dos tenedores escurrir bien cada nuez y colocarlas sobre placa de silicona o papel manteca para que se endurezcan. Reservamos.

Cream cheese: siempre se recalca la importancia del queso a utilizar, si o sí de buena consistencia como Finlandia o Milkaut Profesional.
Ya he probado de hacer cream cheese de chocolate blanco utilizando queso blanco común y el resultado fue igual de bueno que si hubiera usado Finlandia. Por lo tanto para este cream cheese de cobertura decidí utilizar también un queso crema común, en este caso Casancrem.

Este reemplazo es posible siempre que se utilice frío, se añada de a poco a la mezcla y no se utilice batidora, sino que se integre suavemente con espátula de silicona.
Entonces colocamos la manteca pomada a temperatura ambiente en un bowl junto con las gotas de esencia de vainilla, añadimos el azúcar glass tamizado e integramos bien. Agregamos en dos o tres veces el queso crema, rompiendo su estructura de a poco con la espátula.

Tener en cuenta que el frosting contiene lácteos por lo que una vez que se cubra con él el budín deberá almacenarse en la heladera.

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