En primer lugar ponemos en el vaso de la batidora el pan de molde troceado con la nata líquida. Incorporamos el atún al que previamente le hemos quitado el exceso de aceite, y añadimos el tomate frito, el ketchup y la pimienta molida.

A continuación agregamos los huevos, los pimientos del piquillo, el ajo granulado en polvo y un poco de sal. Por último le ponemos un chorreón de brandy o coñac. Y lo pasamos todo con la batidora eléctrica de brazo hasta conseguir una mezcla homogénea y suave.

Una vez listo el preparado para nuestro pastel elegimos un molde de pyrex o cualquiera apto para horno y lo untamos con mantequilla y un poco de pan rallado para que no se no sea pegue al molde. Vertemos la mezcla de ingredientes y lo ponemos al baño María como se aprecia en la imagen. Siempre ponemos en el fondo un papel absorbente de cocina para que no se desplace y no le entre agua del baño María. El agua debe cubrir al menos la mitad del molde para que se cueza correctamente.

La superficie debe quedar doradita sin que se nos queme. Una vez se apague el horno lo dejamos dentro para que se termine de hacer con el calor residual.

Una vez fuera del horno lo dejamos enfriar a temperatura ambiente antes de meterlo en el frigorífico. Recomiendo tomarlo en frío, ya que así se potencia su sabor y se puede untar muchísimo mejor.

Como se puede observar sale bastante cantidad, por lo que es una receta muy socorrida para aperitivos y dura al menos una semana en el frigorífico.

Una vez fresquito, veréis como las porciones salen estupendamente y adquiere una textura firme y a la vez cremosa.