En un bol echamos la harina tamizada, la almendra molida y el azúcar glass y mezclamos con ayuda de una cuchara de madera.

Agregamos la mantequilla en dados y a temperatura ambiente junto con la esencia de vainilla y mezclamos bien con la cuchara, cuando no podamos mezclar con la cuchara usamos las manos.

Espolvoreamos la superficie de trabajo con un poquito de harina y trabajamos un poquito la masa. Dividimos la masa por la mitad, hacemos una bola y la envolvemos en papel film. Llevamos la masa a la nevera y dejamos reposar 30-45 minutos.

Ponemos a precalentar el horno con calor arriba y abajo a 180 grados. Sacamos la masa del frigorífico y vamos cogiendo bolitas y hacemos bastones con ellas. Dividimos los bastones por la mitad y les damos forma de medialuna o herradura. Colocamos nuestras galletas en una bandeja apta para horno cubierta con papel de hornear.

Llevamos nuestra bandeja al horno y dejamos que se hagan durante 10-15 minutos, hasta que veáis que empiezan a dorarse. Mientras se hornean nuestras galletas en un cuenco mezclamos el azúcar glass con el avainillado. Sacamos y dejamos que templen un poquito, aproximadamente 5 minutos.

 Levantamos con cuidado los kipferl de la bandeja e introducimos en la mezcla de azúcar con la parte superior hacia abajo. Luego los ponemos a enfriar en una rejilla. Una vez fríos, los guardamos en una caja hermética.

Ya tenemos nuestras galletas preparadas!! Con un café o una bebida caliente tenemos una merienda de lujo. Espero que os gusten!!!