Empezamos por preparar la bechamel para dejarla reposar de un día para otro.

Yo le doy un toque personal y es que sofrio un poquito el ajo y la cebolla bien picadito y lo aparto.

Ponemos en un cazo el litro de leche que se caliente pero sin que llegue a hervir, mientras vamos echando aceite en una sartén junto con las 10 cucharadas de harina poco a poco removiendo que se deshagan bien e incorporamos la cebolla y el ajo(ya sofritos de antes) removemos que se integre todo bien.

Vamos añadiendo a la sartén cazo a cazo de leche pero no todo de golpe, o sea echa un cazo y remueve que se mezcle bien (remueve con ganas) y cuando ese cazo se haya integrado vuelve a echar otro así hasta el litro completo, añade sal y pimienta. (recomiendo que lo remuevas con varilla porque yo lo hice con tenedor y acabé con el brazo dolorido 😅) cuando esté en consistencia crema, se echa en un bol y se pone papel film tapándolo pegado para que no cree costra.

Al día siguiente pones a cocer los huevos con agua y sal en agua hirviendo unos 10 minutos aprox y los dejas enfriar. Después los cortas en 4 cachos

Lo dejas reposar un poco y unos minutos antes de comer se fríen para comerlas calentitas.