🌿 Una aliada en mi lucha contra la anemia: la espinaca 🌿

Desde joven he tenido que convivir con la anemia. Es una batalla silenciosa que muchas veces no se nota a simple vista, pero se siente:

el cansancio constante, la falta de energía, la palidez, las palpitaciones…
Con el tiempo fui aprendiendo a escuchar a mi cuerpo y a alimentarlo con lo que realmente necesita.
Y una de mis grandes aliadas en ese camino ha sido la espinaca.

La espinaca es mucho más que una verdura verde. Es rica en hierro vegetal (hierro no hemo), un mineral fundamental para la producción de hemoglobina, que es la proteína que transporta el oxígeno en la sangre.
Aunque este tipo de hierro no se absorbe tan fácilmente como el hierro de origen animal, hay formas de ayudar al cuerpo a aprovecharlo mejor. Por ejemplo, acompañándola con alimentos ricos en vitamina C, como el jugo de limón o el tomate, que potencian su absorción de manera natural.

Además, la espinaca contiene ácido fólico (vitamina B9), esencial para la regeneración de glóbulos rojos, y antioxidantes que fortalecen el sistema inmunológico.
Es, en resumen, un superalimento para quienes luchamos contra la anemia… y además, es deliciosa si sabés cómo prepararla.

Por eso, hoy quiero compartir una receta muy especial para mí:
Un pastel de polenta con espinaca, fiambre y queso fundido, fácil de preparar y lleno de nutrientes.

¡Porque cuidarse también puede ser rico y reconfortante!