Poner en un bol la margarina blanda y el azúcar.

Batir bien hasta obtener una crema.

Incorporar los huevos, uno a uno, sin dejar de batir.

Aparte, mezclar el rsto de ingredientes secos, las dos harinas, la levadura en polvo y el coco rallado.

Añadir estos ingredientes secos a la preparación anterior en forma de lluvia y continuar batiendo hasta obtener una masa cremosa y ligeramente espesa.

Echar la mitad del colorante y batir bien...

hasta que quede completamente integrado a la mezcla dándole un color verde uniforme.

Verter la mezcla en un molde redondo previamente untado con un poquito de margarina todo su interior y enharinado.

Cocinarla en horno precalentado a 180º C entre 35 y 45 minutos, aproximadamente. El bizcocho debe quedar dorado, esponjoso y sequito. Dejarlo enfriar a temperatura ambiente

Cortarlo por la mitad obteniendo dos capas de igual grosor. Poner la capa, base del bizcocho, sobre una rejilla firme (la que empleamos en el horno, por ejemplo) con una asadera abajo para que al bañarlo con glaseado, éste caiga por los lados a la asadera.

Humedecer las dos capas de bizcochos con almíbar frío y espeso. Este almíbar se obtiene de cocinar a fuego fuerte el agua mezclada con el azúcar hasta que se reduzca a la mitad quedando ligeramente espeso. Se lo deja enfriar bien antes de emplearlo, y si es con el frío de la nevera mucho mejor porque quedará un poquito más espeso, ideal para bañar el bizcocho.

Esparcir la natilla sobre una de las capas de bizcocho, la capa que será la base del mismo.

Tapar el relleno con la otra capa de bizcocho quedando así el pastel armado.

Preparar el glaseado batiendo, en un bol aparte, el azúcar glas con las claras de huevo hasta que quede cremoso, suave y con cierto brillo.

Echar el resto de colorante...

y batir bien el glaseado para tome un color verde uniforme.

Verter el glaseado sobre la superficie del bizcocho dejándolo caer por sus lados.

Con el fondant blanco hacer los dientes y parte de los ojos del increíble guisante. Con el fondant negro hacer las cejas y el pelo.

Adornar el pastel con el fondant formando la carita: dientes, ojos...

y pelo.

Enfriar el pastel en la nevera hasta el momento de servirlo.

Un bizcocho suave con un relleno que a los niños les gustará mucho...

Se puede cubrir con fondant verde en lugar de glaseado. Opté por el glaseado que es lo que más gusta en casa.