Cogeremos una olla onda y grande. La llenaremos de agua y la pondremos a hervir. En ella pondremos la pechuga la carcasa, la patata, las dos zanahorias, los dos dientes de ajo, el laurel, las patatas, la cebolla y por último unos restos de calabacín, que me sobraron cuando hice los San Jacobos (las puntas y los trocitos que no pude utilizar) Esa era toda la verdura que tenía. Yo os aconsejo que pongáis las verduras de caldo. Aunque os aseguro que me quedó buenísimo.

Una vez que empieza a hervir blanquearemos el caldo quitándole todas las impurezas.

Dejaremos hervir hasta que la pechuga esté tierna y blanquee un poco el caldo

Colaremos el caldo, la patata la cebolla y la zanahoria la apartaremos luego la utilizaremos de nuevo.

En la olla donde hemos colado el caldo la pondremos de nuevo al fuego cuando empiece a hervir de nuevo pondremos el bote de garbanzos que previamente los hemos enjuagado en agua, las albóndigas, que previamente hemos enharinado. Pondremos la pastilla de Avecrem y por último los 3 puñados de fideos. Dejaremos hervir hasta que se hagan las albóndigas y los fideos estén al dente. No dejarlos hacer del todo pues luego con el calor acaban de hacerse.

Cuando ya esté el caldo apagaremos el fuego e incorporaremos las zanahorias que hemos partido en rodajas y las patatas a cuadraditos.

Por otro lado desmenuzaremos la pechuga, que reservaremos para hacer las croquetas, y la cebolla que también reservaremos para las croquetas. Con la carcasa y los huesos sacaremos la carne que podamos y la añadiremos al caldo.

Para el próximo día, os paso la receta de las croquetas.

Espero que os guste.