Limpiar las hojas, córtalas en trozos y medir 2 tazas bien ajustadas, colocar en la licuadora con los huevos, sal y aceite, licuar y verter en el centro de la harina. Tomar la masa y amasarla bien hasta que quede lisa pero no se pegue en las manos. Dejarla descansar unos minutos.

Cortar la masa en tres o cuatros pedazos y estirar fina y cortar los tallarines.

COCCIÓN DE LOS TALLARINES: Colocar en un recipiente grande agua con sal y 1 o 2 cucharadas de aceite. Calcular 7 u 8 partes de agua por 1 de pasta. Cuando rompe el hervor, colocar los tallarines, moverlos ligeramente, mantener el agua en ebullición durante la cocción. Una vez que estén cocidos pero al dente escurrirlos. Si han tenido demasiada harina en la superficie, enjuagarlos con agua bien caliente para evitar que se enfríen, mover el colador para escurrirlos bien y colocarlos en la fuente.