Lo primero es limpiarlos muy bien, procurando quitarle las ternillas que pueden resultarnos desagradables en la boca. En casa no nos gustan los corazones, por ello los aparto para prepararle a nuestro gato un exquisito paté casero. Por lo tanto se aprovecha todo, aunque se pueden añadir al arroz perfectamente. Depende del gusto de cada uno.

Para empezar hacemos un sofrito con el aceite de oliva con la cebolla, el pimiento verde y la zanahoria, todo muy bien picado en trocitos pequeños. Enseguida añadimos los ajos laminados y los higaditos troceados y salpimentados. Yo los pongo en trozos más bien pequeños para que le guste más a mi hija y queden más hechos y doraditos. Hay quien prefiere poner los trozos más grandes, cuestión de preferencias.

Una vez que se haya dorado el sofrito y los higaditos ya no estén tan tiernos, añadimos el tomate natural triturado y seguimos rehogando.

Transcurridos unos cinco minutos incorporamos el arroz (si queremos un arroz meloso recomiendo arroz bomba o redondo en su defecto). Removemos para integrar bien los ingredientes

Una vez esté el arroz en su punto sin llegar a que quede seco como una paella es el momento de apagar el fuego y dejarlo reposar cinco minutos antes de servir. Y listo, ya tenemos un fabuloso arroz meloso con higaditos de pollo, fuente de hierro para la salud y el disfrute de toda la familia. Incluido nuestro gatito Pelusón con su paté de corazones, 🤗😻. Buen provecho a todos.