Mezclaremos en el interior de un bol u otro utensilio de cocina, la harina y la avellana molida, cuando las tengamos bien mezcladas añadiremos la mantequilla que tendremos preparada a temperatura ambiente y las yemas de huevo, amasamos un poco y cuando la masa este casi terminada añadiremos el azúcar glas.

Lo mezclaremos y amasaremos, cuando la masa este bien compacta y bien amasada la dejaremos reposar al menos 1 hora tapada con papel transparente y en el frigorífico.

Pasado el tiempo y que la masa estará ya bien reposada, encenderemos el horno a 180º de arriba y abajo, mientras calienta trabajaremos la masa cogiendo porciones pequeñas y amasarlas con las manos en forma de moneda, y las iremos dejando separadas un poco entre sí, encima del papel de horno que tendremos preparado en nuestra bandeja para tal fin.

Dejaremos las galletas a cocer durante 10 o 12 minutos poniendo la bandeja en la parte central del horno, nos pueden quedar un poco tostadas por la parte inferior pero lo bonito es que la superior nos quede blanca.

Pasado el tiempo de cocción las sacaremos del horno y en 5 o 10 minutos que estén un poco templadas, las forraremos con azúcar glas vainillado y las dejamos enfriar antes de comerlas, si podemos.

NOTA: El azúcar del final no lo pondremos con las galletas calientes, pues se derretirá y no quedarán bien.

Cuando tengamos de sobra alguna vaina de vainilla, la podemos poner cortada por la mitad en el bote de nuestro azúcar glas, así el solo cogerá el sabor a vainilla.