Comencemos sazonando los trozos de ossobuco. La carnicera ya ha quitado la telina del borde, en caso de que no lo haya hecho, deberás hacer unos cortes alrededor del trozo para evitar que se encoja y quede retorcido.

Agregamos pimienta negra molida y rebozamos con harina sin gluten. Puedes usar harina de maíz, maicena o harina de garbanzo si lo prefieres. En una cazuela con un poco de aceite, sellamos los trozos para mantener los jugos dentro. Los freímos ligeramente por ambos lados y los reservamos.

En la misma sartén, sofreímos una cebolla grande (o dos medianas) cortada en trozos pequeños, un puerro también picado, una zanahoria cortada en trozos pequeños y dos ajos rallados o picados. Agregamos una hoja de laurel y dos clavos y cocinamos a fuego medio, revolviendo de vez en cuando para evitar que se pegue, hasta que las verduras estén suaves.

Agrega 100 gramos de tomate triturado y mezcla bien. Deja reposar por unos minutos y salpimienta ligeramente. Añade una copa de vino tinto, no es necesario que sea el mejor, pero te sugiero que sea de buena calidad para que el guiso quede delicioso. Sube un poco el fuego para que se evapore el alcohol y comienza a calentar el caldo, ya sea de verduras o de carne.

Podemos agregar los trozos de osobuco a la cazuela y cubrirlos ligeramente con el caldo. Reservamos el resto del caldo para agregar si es necesario. Agitamos la cazuela para mezclar todo y la dejamos cocinar a fuego suave durante dos horas. Agitamos la cazuela regularmente para asegurarnos de que no se pegue y controlamos si es necesario agregar más caldo.

A mitad de la cocción, volteamos los trozos de ossobuco con cuidado para evitar que se rompan y si vemos que queda poco caldo, agregamos un poco más.
Después de dos horas de cocción, está listo para servir. Personalmente, me gusta triturar las verduras para obtener una salsa fina, pero esto depende de cada uno. Le damos un último toque y lo servimos con un flan de arroz blanco al estilo pilaff, unas patatas o lo que prefieras.