Lavar el arroz hasta que salga agua clara.
Dejar remojada mínimo 12 horas, en la heladera. Si van a dejarla más tiempo, no hay ningún problema (de hecho se inicia una fermentación beneficiosa), pero cambiar el agua cada 12 horas.
Escurrir bien y colocar en cacerola donde se hará toda la cocción. Si tienen la posibilidad, elegir una de fondo grueso.

Encender el fuego al mínimo y mientras se revuelve, secar un poco el arroz.
Agregar la leche, pero no toda. Reservar aproximadamente un cuarto de litro. Esta última se agregará según necesidad y cremosidad buscada.
Agregar la rama de canela y la cáscara de limón. Llevar a hervor.

Retirar rama de canela y cascarita de limón. Revisar que es común que la rama se parta, así que buscar trocitos. Dejar reposar unos instantes.
Pasar a otro recipiente para acelerar que enfríe y cubrir con film.
Se puede servir caliente, tibia, natural o refrigerada.

Servir en cuenco individual. Se puede espolvorear algo de canela molida, que además del efecto decorativo, contribuye al suave dulzor. Recordar que en caso de que a algún comensal no tenga el paladar habituado a los sabores naturales, este es un postre que permite agregar el endulzante a gusto en el momento de consumirlo.
Por si a alguien le interesa, les dejo otra opción de yamaní con leche descremada y azúcar integral.