Troceamos la pechuga de pollo en trozos bien pequeños y freímos en un poco de aceite con un poco de sal y pimienta. Cuando coja color añadimos el resto de especias y removemos bien para que se integren. (Yo aquí también opté por una pizca de cayena para darle un toque picante)

Añadimos la salsa de tomate, sal, pimienta, mezclamos bien y dejamos que se cocine un rato a fuego medio.

Mientras vamos cociendo la pasta en una olla con agua hirviendo con sal. Unos tres minutos, dependiendo de la pasta y de lo que indique el paquete.

Cuando tengamos todo listo, cogemos un recipiente para horno y colocamos una capa de salsa con carne abajo con un poco de queso rallado (yo elegí una mezcla de 4 quesos pero podéis poner el que más os guste)

Ahora una capa de pasta por encima. Repetimos todas las veces/capas que nos quepan en el envase dejando una capa de salsa siempre por arriba.

Cubrimos con queso rallado y metemos al horno unos 15 o 20 minutos a gratinar.

Y listo para servir!!!