Vamos a pasar por la trituradora o cortar lo más pequeño que se pueda, la cebolla, ajo y perejil.

Enjuagamos los camarones y los reservamos en un escurridor dentro de agua.

Colocamos en un bol, las dos harinas, si no dispones de harina de garbanzos, no pasa nada, aumentas la cantidad de harina normal (total 130 gr), añades la cúrcuma y lo mezclas bien, añades el triturado de ajo, cebolla y perejil y mezclas bien, ponemos sal y el vaso de agua que tiene que estar muy fría, se mezcla todo muy bien y por último se añaden los camarones escurridos.

Se deja reposar 15 minutos.

Ponemos una sartén con aceite y cuando esté bien caliente, cogemos una cucharada del preparado y lo freímos, de momento solo hacemos una para probar como está de sal. Tienen que quedar tortillitas finas y muy crujientes.

Seguimos echando cucharadas, aunque no más de 4 o 5 a la vez para que el aceite no se venga abajo, cada vez que echemos una cucharada se aplana un poco con la misma cuchara, dejando que se frían bien por ambos lados.

Una vez bien fritas, las colocamos sobre papel de cocina para que suelten el exceso de aceite.

Y ya las tenemos!! ahora abre una botellita de vino blanco bien frío o una cervecita que todo vale para degustar esta delicia.