Lo primero será rallar las pieles de las naranjas, sin nada de blanco, también sacar las pieles de naranja y limón para aromatizar el aceite (muy finas sin nada de blanco) y exprimir las naranjas y reservar el jugo.

Ahora poner el aceite (150 ml.) a calentar con las pieles de naranja y limón para aromatizarlo. Una vez estén las pieles fritas, retirar y reservar el aceite hasta que este a temperatura ambiente.

Con todo ya preparado comenzamos la preparación de la masa.

En un bol amplio poner los huevos, el azúcar y la sal, batir hasta integrar.

A continuación, añadir el aceite aromatizado, remover un poco, después el zumo de naranja. Remover que todo se vaya integrando.

Seguimos con la ralladura de naranja, mezclar. Seguimos con los sobres de gasificante y el sobre de levadura en polvo. Remover bien. Se formara espuma y subirá de volumen.

Una vez mezclado bien todo los líquidos, empezaremos a incorporar la harina poco a poco, integrando bien antes de seguir incorporando más.

Cuando no podamos remover con varillas, seguiremos mezclando con rasqueta o con las manos bien limpias, aunque es una masa bastante pegajosa y con las manos te será muy complicado.
Es necesario y fundamental que la masa quede algo pegajosa ya que si seguimos incorporando harina hasta hacerlas más manejable, nos quedaran los roscos duros. Dejar reposar la masa

Nos untamos las manos con un poco de aceite para poder manipular la masa, hacer bolas y con el dedo abrir un agujero en el centro, ampliar bien el círculo ya que al freír tienden a cerrase. Otra forma de hacerlos es, formar unos churritos y juntar los extremos. Tu eliges como hacerlos.

Freír bien por ambas caras a fuego medio/alto (tenemos que ir controlando la temperatura) y apartar en papel de cocina para quitar el exceso de aceite. Una vez quitado el exceso de aceite y aún en caliente rebozamos con la mezcla de azúcar y canela que tendremos preparada.

¡¡Y listos para servir!!...manjar de dioses 😋😋