Ponemos la leche en un cazo a fuego alto junto con la piel de naranja y el anís en grano, cuando empiece a hervir bajamos el fuego al mínimo y dejamos infusionar por una hora mínimo

Pasado el tiempo sacamos la piel y el anís, subimos la temperatura a fuego medio y añadimos la cucharada de azúcar y la mantequilla hasta que de derrita. Cuando empiece a hervir añadimos la cucharada de zumo y la de anís y de golpe toda la harina. Vamos removiendo continuamente hasta que quede todo bien integrado y se forme una masa única. Sacamos del fuego y dejamos atemperar

Ahora añadimos un huevo y removemos hasta que integre por completo, y repetimos el proceso con el otro. Dejamos reposar mientras calentamos el aceite en un cazo

Cuando tengamos el aceite caliente vamos vamos formando los buñuelos con la ayuda de dos cucharas. Los vamos friendo y vigilando que no se quemen. Cuando estén suficientemente doraditos los sacamos y los ponemos en un plato con papel de cocina para que absorba el aceite sobrante. Aprovechando que están calientes los rebozamos en el azúcar con piel de naranja. Dejamos enfriar un poco y… listos!!!