Con Thermomix:

Ponemos en el vaso la mantequilla y el azúcar y mezclamos bien durante 2 minutos a velocidad 4. Añadimos el huevo, la harina y la pizca de sal. Volvemos a mezclar durante 30 segundos y programamos 3 minutos a velocidad espiga.

Precalentamos el horno a 180ºC Mezclamos bien y hacemos una bola. Cortamos por la mitad. A una de las bolas le añadimos un par de cucharadas de cacao puro y mezclamos bien. Envolvemos cada bola con papel transparente y llevamos al frigorífico durante 15 minutos.

Sacamos del frigorífico, y sobre papel de horno estiramos la primera de las masas. Le intentamos dar forma rectangular. Hacemos lo mismo con la masa de chocolate. Untamos con la ayuda de un pincel la primera de las masas con un poco de leche, que ayudará a que se peguen ambas capas. Colocamos la de chocolate encima y con ayuda del propio papel de horno vamos haciendo un rollo.

Hay que tener en cuenta que cuanto más fina quede la masa, más forma de espiral quedará, y más bonito se verá. Llevamos al congelador durante 20 minutos. Pasado este tiempo cortamos en rodajas (no muy grandes) como vemos en las fotos.

Las vamos colocando en una bandeja con papel de horno y las tendremos durante 12 minutos a 180ºC.

Sacamos a una rejilla y dejamos que se enfríe. Ya sólo queda hacer un buen café con leche y a disfrutar.

No me podéis negar que son bonitas y llaman la atención. ¿Os animáis a probar?