Metemos las avellanas, las almendras y los cacahuetes en una bolsa plástica (mejor si tiene zipper) y los vamos aplastando con un rodillo hasta que queden trocitos pequeños. Reservamos

Empezamos a preparar la masa del bizcocho. Separamos las claras de las yemas. Montamos las claras a punto de nieve con una pizca de sal.

En otro recipiente, batimos las yemas con el azúcar y mientras añadimos el zumo de mandarina, el aceite y la ralladura de limón. Incorporamos también las claras con movimientos envolventes.

Enmantecanos nuestro molde y le ponemos papel de hornear a la parte de abajo (esto es muy importante porque el bizcocho queda muy tierno y se hace difícil desmoldar).

Ponemos nuestra mezcla en el molde y espolvoreamos por arriba las avellas, las almendras y los cacahuetes troceados. También podéis añadirlos dentro de la masa si preferís.

Horneamos unos 55-60 minutos. Comprobad con un palillo si el bizcocho esté totalmente hecho (si el palillo sale limpio es que lo está). A mitad del horneado si veis que el bizcocho esta hecho por encima pero sigue líquido en su interior tapadlo con papel de aluminio durante el tiempo de horneado restante.

Dejamos enfriar y desmoldamos.

Queda tierno y esponjoso por dentro.