En primer lugar preparamos los ingredientes: el azúcar en un bol, la mantequilla en otro y en el tercero todos los ingredientes secos: harina, levadura y sal.

La mantequilla tiene que estar a temperatura ambiente, más o menos con la textura de un yogur muy cremoso. Yo la pongo en el microondas 5 segundos, remuevo y vuelvo a repetir el proceso hasta que está como toca.

Empezamos ahora a mezclar ingredientes. Batimos la mantequilla y el azúcar (podéis hacerlo a mano o con máquina, yo lo hago con un batidor manual) unos minutos hasta tener una mezcla cremosa

Añadimos un huevo e integramos.

Añadimos el otro huevo y la esencia de vainilla, y volvemos a batir para integrar.

Tiramos la mezcla de ingredientes secos, y removemos con una espátula...

... hasta que haya quedado toda integrada.

Ponemos papel de horno en la bandeja, y vamos a repartir la masa en bolas de más o menos 1 cucharada. Yo uso el aparato de hacer bolas de helado pequeñas, que me facilita mucho el trabajo. Pero puede hacerse perfectamente con la ayuda de dos cucharas.

Repartimos las bolas de masa en la bandeja. Podéis poner las mismas que yo, o menos si queréis estar tranquilos de que no se os vayan a juntar al expandirse.

A los 5 minutos tendrán este aspecto.

5 minutitos después, cuando veáis que que ya no brillan, pero aún están blanquitas, sacamos la bandeja y la volvemos a meter girada al menos 5 minutos más. Esto es para que se horneen todas por igual.

Dejaremos que se doren hasta que tengan el borde tostado, y las sacamos del horno. Las dejamos 5 minutos encima de la bandeja de horno...

... y después las pasamos a una rejilla para que se enfríen.