Preparamos todos nuestros ingredientes

En un bol ponemos el huevo, cuando esté muy bien batido ponemos la cucharadita de esencia de vainilla y mezclamos, reservamos

En otro bol batimos la mantequilla con el azúcar hasta que blanqueen

Una vez mezclado todo incorporamos el huevo con la vainilla y mezclamos muy bien

Añadimos ha harina tamizada y mezclamos

Nos tiene que quedar una masa homogénea

Vamos a dividir la masa en dos partes, una de las partes la ponemos en un recipiente y en la otra vamos a añadir el Nesquik mezclándolo muy bien

Al principio lo podemos mezclar con las varillas eléctricas de amasar pero veréis que se hacen bolas (por la mantequilla) entonces tenemos que lavarnos muy bien las manos y empezar a mezclar con ellas, integrar todo muy bien hasta que la mantequilla se reparta por toda la masa

Apartamos la masa de Nesquik en otro recipiente y meteremos los recipientes con las dos masas en el frigorífico durante 10 minutos

Ponemos en la mesa una lámina de papel de hornear y sobre ella la masa blanca

Pondremos otro papel de hornear encima de la masa y con un rodillo la estiramos hasta conseguir un grosor de unos 3 mm

Repetimos la misma operación con la bola de Nesquik

Cogemos la masa de Nesquik con su papel de hornear y dándole la vuelta lo ponemos sobre la otra masa blanca

Enrollamos la masa apretando con las manos, ayudaros del papel de hornear para darle forma así no se pagará la masa a las manos

Pasado el tiempo cortamos en discos finos

Los colocamos en una bandeja con papel de hornear

Los metemos al horno durante 12-15 minutos