En primer lugar cortamos el tomate natural como en la foto, o en rodajas finas si lo preferimos. Le ponemos sal, ajo en polvo y una cucharada de aceite de oliva y mezclamos bien. A continuación le añadimos las hojas de albahaca recién cortadas, a mi siempre me gusta tener una maceta en la cocina, ideal para la pasta, pizzas y ensaladas.

Seguidamente colocamos la placa de masa de hojaldre en un molde adecuado para horno, preferiblemente redondo, y untamos la base con un poco de mantequilla para que no se nos pegue. Horadamos la base con un tenedor, ponemos una cucharada de salsa pesto en la base y colocamos las dos lonchas de queso fundido encima.

También hago otra versión de este pastel utilizando tomatitos cherry, que quedan muy vistosos.

Y si a alguien no le gusta el pesto, lo podéis sustituir por queso rallado Grana Padano, como hice yo en esta otra versión, con un sabor intenso y único, el resultado será igualmente bueno.

Precalentamos el horno a 180 grados, con calor arriba y abajo para que se haga bien el hojaldre, y lo dejamos hornear unos 35 minutos. La sacamos cuando observemos que está bien gratinado.

Una vez fuera del horno la dejamos reposar unos diez minutos para que quede más compacta, y lista para servir. Toda una experiencia para los sentidos ese olor a mozzarella y albahaca que sale de la cocina... Espero que la disfrutéis, buen provecho a todos.