Para hacer la crema : En un bol, batir las yemas con la maicena. Poner la leche y el azúcar, en un cazo, al fuego; cuando empiece a hervir, añadir al bol de las yemas, remover bien y volver a poner al fuego, (a fuego bajo), removiendo constantemente, hasta que espese. Pasar la crema a un bol, para que se enfríe; tapar con papel film, haciendo que este toque a la crema, para evitar que se haga costra...

Tostar los piñones, en una sartén sin aceite. Reservar. Calentar el horno a 180ºC.

Extender la lámina de hojaldre, encima de una bandeja forrada con papel de horno. Pintar con la yema de huevo, batido con unas gotas de agua, y pinchar con un tenedor. Cortar 4 tiras delgadas, de la media lámina restante, y pegarlas a los 4 lados de la base. Con la punta de un cuchillo, por la parte que no corta, hacer el ondulado de los bordes. Volver a pintar con la yema de huevo... y hornear; cocer hasta que la pasta esté dorada. Si durante la cocción se hincha, bajar-la, con cuidado de no romperla.

Retirar del horno y dejar enfriar...

Verter la crema encima de la pasta y alisarla. Pelar los kiwis y laminar bien finos; repartirlos por encima de la crema. Deshacer la gelatina de manzana al baño-maría y pintar todo, crema y fruta... Montar la nata con el azúcar glas y adornar cada rodaja de kiwi con la nata, (con una manga pastelera). Antes de servir, añadir los piñones tostados...

Buen postre !!