Para empezar pelamos y cortamos las manzanas en gajos finos.
Si la piel está lisa y firme, puedes dejarla.
Ponemos una sartén al fuego con 30 gr de mantequilla y cuando se derrita añadimos las manzanas y doramos a fuego suave unos 5 minutos.
Salteando las manzana aumenta mucho el sabor del plato.
Mientras tanto en el vaso de la batidora o robot de cocina ponemos la harina, la levadura, canela y miel, el azúcar y el resto de mantequilla (70 g).

Añadimos las manzanas salteadas y la leche.
Agregamos por último el huevo y trituramos bien para integrar, hasta tener una masa homogénea.
Ponemos un poco de aceite o mantequilla en una sartén a fuego medio y con ayuda de un cazo o cuchara, vamos poniendo la masa en la sartén, formando la tortita.
Dejamos que se cocine por un lado y cuando empiecen a salir burbujas en la superficie, le damos la vuelta y terminamos de cocinar.

Servimos calientes y acompañamos al gusto con sirope, miel, un hilo de leche condensada, frutos secos o lo que más te guste.