Vamos con el relleno de los champiñones para ello ponemos en un bol la carne picada, el jamón (yo puse un poquito de huevo cocido que tenía del picadillo de la sopa) y mezclamos. Incorporamos los tallos de los champiñones y mezclamos. Agregamos la sal, el ajo en polvo, la nuez moscada, el perejil y la pimienta y volvemos a mezclar.

Ahora vamos cogiendo porciones de la masa y vamos rellenando los champiñones haciendo una especie de bola, la mitad será el champiñón y la otra mitad la carne. Ahora pasamos nuestras bolas de champiñón primero por harina, luego por huevo y por último por pan rallado.

Cuando ya tengamos todas las bolas hechas, ponemos una sartén con un buen chorrito de aceite al fuego y cuando esté caliente las agregamos, doramos por todos lados y cuando tengan un color dorado, retiramos del fuego y las colocamos en un plato con papel de cocina. Reservamos.

Vamos con la salsa que es muy básica, ponemos una cazuela al fuego con un chorrito generoso de aceite y cuando esté caliente echamos la cebolla junto con un poquito de sal, el ajo en polvo, un par de golpes de molinillo de pimienta negra y las hojas de laurel. Dejamos pochar a fuego medio unos 10 minutos. Agregamos el perejil, removemos y cocinamos un par de minutos más removiendo.

Incorporamos los champiñones rellenos, vertemos el vino blanco y cocinamos a fuego alto un par de minutos para que se evapore el alcohol. Añadimos un par de vasos de agua y cocinamos todo junto a fuego medio-lento unos 20 minutos, removiendo de vez en cuando.

Pasados esos 20 minutos, retiramos los champiñones y trituramos la salsa, volvemos a llevar al fuego, añadimos los champiñones y cocinamos a fuego medio-lento unos 10 minutos.

Ya tenemos nuestro plato listo, bien calentito está pa chuparse los dedos. Podéis acompañar los champiñones con unas patatas fritas, pero tened en cuenta que son contundentes. Espero que os guste!!