Empezamos cogemos una sartén y echamos unas 8 cucharas soperas de aceite de oliva, mientras tanto, picamos las cebollas en trocitos muy pequeños, y ponemos a freír la cebolla a fuego suave. (Durante unos 15 minutos).

Cortamos en trozos muy pequeños, las setas y las reservamos.

Cuando ya tengamos la cebolla pochada, echamos el picado de las setas,  que anteriormente hemos troceado. Removemos bien hasta que quede todo homogéneo.
Ponemos a calentar en un cazo la leche con la nuez moscada recién molida, lo hacemos a fuego lento.

Vamos echando la harina de poco en poco para que se tueste con la mezcla anterior, sin dejar de remover, una vez que ya hayamos incorporado toda la harina, cogemos un cazo y vamos echando de poco a poco la leche, removemos lentamente, para que la leche vaya absorbiendo la harina y todos los ingredientes.

Cuando hayamos terminado con la leche echamos un brick de nata líquida, y vamos removiendo hasta que consigas la consistencia homogénea de la masa de las croquetas. verás que al cabo de los 9 minutos, ya tienes la masa.

A continuación la dejamos enfriar a temperatura ambiente y luego la metemos en el frigorífico durante unas 5 horas.
La masa te quedará lista para poder manipular y poder realizar la forma de tus croquetas como más te guste.

Cogemos un plato rompemos los huevos, lo batimos y lo reservamos.
En otro plato preparamos pan rallado.
Con cada croqueta que hemos preparado la pasamos primero por huevo y luego por pan rallado, y reservamos.

En una sartén caliente echamos abundante aceite, cuando esté caliente vamos echando las croquetas y listo.