La carne aunque está picada, vamos a pasarla por la trituradora para que quede más compactada, también trituramos la cebolla, el ajo y el perejil.

Colocamos el triturado en un bol al que incorporaremos el huevo batido y el queso rallado, mezclamos muy bien y lo separamos en dos porciones.

Colocamos una porción sobre papel de horno, encima ponemos otro trozo de papel de horno y lo extendemos con un rodillo hasta dejar una capa fina a la que daremos forma de rectángulo de 35 por 25 cm más o menos, es cuando colocamos encima las lonchas de jamón, las espinacas crudas y las lonchas de queso. Lo reservamos.

Colocamos la otra porción que habíamos separado, sobre otro papel de horno, tapado a su vez con otro papel, e igual que la anterior la extendemos con el rodillo, dándole la misma forma y tamaño de rectángulo.

Tapamos el rectángulo que tenía el jamón y el queso con el segundo rectángulo de carne y cerramos los laterales con las manos, sin que pierda la forma de rectángulo. Esta es quizás la parte más delicada pero con maña y ayudándote del papel de horno conseguirás colocarlo. No lleva sal, con el jamón y el queso es suficiente.

Se corta en vertical y en horizontal hasta quedarnos con cuadrados del tamaño que se elija, cuadrados que a su vez cortaremos en triángulos.

Se hornearán durante unos 12 minutos en horno precalentado a 180◦ con calor arriba y abajo. Pasado ese tiempo les damos la vuelta para que se doren por la otra cara y se deja otros 3 minutos.

¡¡Y a degustar!!