Forrar la base de un molde desmontable con papel manteca. Corteza: Comenzar por triturar las galletitas en al procesador de alimentos hasta volverlas polvito. Mezclar con la mantequilla derretida y con el azúcar hasta obtener una arena como mojada.

Distribuir la mezcla de galletas en el molde formando piso y paredes,, así la base no quedará tan gruesa y las pareces luces muy lindas. (Nótese que no pude hacerlo así en esta oportunidad porque mi molde desmontable se me dañó a última hora y tuve que usar un molde de tarta).

En este momento hay dos opciones: o se guarda el molde en la nevera mientras se prepara la mezcla o se hornea un poco hasta dorar y luego se deja enfriar. Es opcional, a su gusto.

Relleno: Batir el queso crema hasta cremar muy bien. Incorporar la leche condensada y seguir batiendo.Adicionar el jugo y ralladura de limón. Batir hasta obtener una mezcla homogénea. REservar en la nevera.

En otro bol que debe estar muy frío, preferiblmente de nevera, montar la nata que también debe estar muy fría. Montarla a velocidad alta. Cuando medio vaya aumentando su volumen, bajar la velocidad, adicionar el azúcar glass y la vanililla. Seguir batiendo hasta que esté firme, pero no demasiado para que no se corte.

Retirar de la nevera el bol con la mezcla de queso crema y ahora unir a este la mezcla de la nata montada. Hacerlo suavemente hasta integrar, de preferencia por tandas.

Verter la mezcla en el mold, emparejar con ayuda de una espátula. Llevar a la nevera mínimo por cinco horas o de preferencia hasta al día siguiente. Decorar al gusto. Buen provecho.