Encendemos el horno a 180 ◦ con calor arriba y abajo y forramos el molde con papel sulfurizado.

Ponemos los ingredientes en un recipiente amplio y le pasamos la batidora.
Se vierte en el molde y se mete en el horno donde estará unos 35-40 minutos o hasta comprobar que ha cuajado, metiendo un palillo que ha de salir seco.

Una vez que el pastel esté hecho, haya enfriado y lo hayamos desmoldado sobre una rejilla alta con un plato o bandeja abajo, podemos preparar la cobertura con el glaseado espejo. Se podría recortar para que quede más bonito pero hoy hemos dedidido dejarlo así, se ve como más casero.

Para hacer el glaseado de chocolate -lo que se llama glaseado espejo- ponemos un cazo al fuego con la nata y la mantequilla, en cuanto veamos que quiere hervir lo apartamos del fuego y echamos el chocolate troceado, la mantequilla y el agua mezclando pausadamente hasta que el chocolate se derrita.

Y ya puedes preparar un té, un café, una copita... con lo que elijas estará bueno.