El día de antes de hacer la receta, ponemos la carne picada en un bol con sal al gusto, pimienta blanca, un ajo machacado, perejil, un puñado de pan rallado y los dos huevos.
Mezclamos y metemos en la nevera toda la noche para que se quede más compacta. Si no nos da tiempo a meterla el día de antes con que esté una horita en la nevera es suficiente.

Sacamos la carne de la nevera y comenzamos a hacer forma a las albóndigas pasándolas por harina.

Reservamos las albóndigas ya doradas y bajamos el fuego, en el mismo aceite echamos las verduritas con un una pizca de sal y salteamos unos 20 minutos.

Lo devolvemos a la sartén y lo ponemos a fuego medio. Le echamos sal y dos cucharadas de azúcar para quitar el amargo del tomate.

Freímos las patatas y listo!