Abrimos las latas de alcachofas y las ponemos en un bol. A continuación las lavamos cambiándoles el agua un par de veces, para eliminar el sabor exagerado de limón. Esto lo hago porque no soy muy fan del sabor ácido, pero si a vosotros os encanta, podéis lavarlas solo 1 vez😁

A continuación escurrimos las alcachofas y preparamos una bandeja cubierta de papel de cocina. Ahora cogeremos las alcachofas una a una y las iremos abriendo con los dedos hasta que queden como veis en la segunda foto.

Las alcachofas abiertas las iremos colocando sobre el papel de cocina del revés, para que absorba la mayor parte de su agua posible.

Cuando estén todas las alcachofas abiertas las cubrimos de papel y las secamos suavemente también por detrás. Después cambiamos las alcachofas a un nuevo papel de cocina, para acabar de dejarlas sequitas.

Con las alcachofas ya preparadas empezamos a saltearlas! Ponemos un chorrito de aceite en la sartén y la calentamos a fuego medio-alto. Cuando esté caliente colocamos las alcachofas con las hojas hacia abajo en la sartén y las apretamos suavemente con una espátula.