Comenzamos lavando las fresas antes de congelarlas. Primero, cortaremos los tallos (las hojas) verdes, a continuación las pondremos en un bol con agua para enjuagarlas bien (podéis cambiar el agua un par de veces hasta que salga un poco más limpia) y las dejamos reposar dentro de él. Mientras pondremos a hervir 1 litro de agua hasta llegar a 60ºC, llegado este punto retiramos. Escurriremos las fresas que teníamos reservadas y preparamos otro bol con 1 litro de agua pero con hielo.

Al día siguiente con las fresas ya congeladas, ya podemos ponernos con el sorbete. Cortaremos las naranjas en mitades, las exprimiremos y con ayuda de una cuchara y un cuchillo las vaciaremos de los restos de pulpa. Yo las tape con papel de horno/aluminio y las dejé en la nevera.

A continuación en una batidora, añadimos las fresas congeladas y el zumo de naranja.

Batimos bien hasta que quede todo bien integrado. Vertemos en un bol, lo tapamos y lo metemos en el congelador mínimo dos horas. Recordad que tiene que estar en una superficie plana para que no se vuelque. Os recomiendo, a la hora, sacarlo del congelador y remover con una cuchara para que se hiele bien por todas partes e introducirlo de nuevo dentro.

Y ya estaría nuestro sorbete de naranja y fresas🍓🍊