Cuando compremos las papas elegimos las más grandes y que sean de buena forma.
Las lavamos bien porque las dejaremos enteras y con la cáscara, las colocamos en una olla grande con abundante agua y las llevamos a hervir, en cuanto comienza el hervor contamos 40 minutos, eso es lo que me llevó a mí que se cocinaran.
No deben quedar blandas, si introducimos la punta de un cuchillo, que este entre fácil pero que la papa se sienta firme.
Luego las sacamos del agua y las dejamos enfriar.

Mientras tanto las papas se van cocinando, comenzamos con el relleno.
Picamos el morrón y zanahorias en cubitos pequeños y salteamos en olla con chorrito de aceite caliente.
Después de unos minutos añadimos la carne picada e integramos.

Cocinamos hasta que la carne suelta bastante líquido, lo colamos y luego sí añadimos sal y todos los condimentos elegidos y seguimos cocinando hasta que la carne esté bien cocida.

Apagamos el fuego y añadimos los huevos duros picados, el perejil e integramos.
Dejamos enfriar un poco mientras vamos a ahuecar las papas.

Con una cuchara sacamos de a poco la pulpa de la papa, formando un hueco. No hay que entusiasmarse mucho sacando, porque si queda muy fina se romperán los bordes.
Sale un montón de papa, eran muy grandes. Yo pensaba poner toda la pulpa en el relleno, pero era tanto que decidí mejor dejarlo para hacer el pastel que mencioné al principio. Además noté que también sobraría mucho relleno.
Se puede hacer el relleno con menos carne, pero viendo toda la papa que sobra, ya nos sale otra comida.

Rellenamos las papas y en mi caso las pasé a una fuente de vidrio con apenas un chorrito de aceite, tapamos con papel aluminio y llevamos al horno por 45 minutos a 180-200 grados.
Así quedarán con otro toque más crocante por fuera y si a la papa le faltaba un poco de cocción en el interior, se terminará de cocinar.

Al sacar del horno ponemos una feta de mozzarella sobre cada papa y con el propio calor se irá derritiendo y tomando la forma del borde.

Que disfruten!