Para preparar esta receta empezaremos preparando la compota de tarta de manzana que es muy sencilla de preparar. Simplemente pelamos y laminamos las manzanas Golden. Ponemos en una sartén a fuego lento las cucharadas de mantequilla y calentamos, cuando empieza a estar derretida, agregamos las láminas de manzana junto con el azúcar y lo dejamos que se empiece a dorar. Cuando veamos que la manzana se ablanda, lo removemos con una espátula de madera a la vez que vamos picando la manzana usando el borde de la espátula. Finalmente, cuando veamos que está blandita pero que se va a empezar a dorar, retiramos del fuego y añadimos la canela, le damos unas vueltas para integrarla bien y reservamos.

Cuando tengamos los huevos integrados, empezaremos a agregar la harina que previamente debemos haber tamizado junto con la levadura y la canela. Os recomiendo agregarlo en tres tandas. Antes de agregar la última tanda de harina, agregamos la leche y la vainilla.

sólo falta hornear. Para ello, ponemos a calentar al horno a 180 grados y mientras, rellenamos las cápsulas para muffins que hayamos elegido. A mí me gusta que salgan grandes y bien altos, así que he elegido unas cápsulas especiales para muffins que además he llenado casi hasta el borde respetando el medio centímetro habitual de los muffins. Con estas medidas salen 6 muffins grandes y esponjosos!

Hornearemos a media altura durante 18 minutos si son grandes y 15 minutos si son tamaño mediano como el de un cupcake. Para terminar, los sacamos para que enfríen dejándolos primero 5 minutos en los moldes y después los dejamos templar en una rejilla.