Una receta #familiar para compartir a la hora del almuerzo.

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Los platos de cuchara nunca fallan así que haga frío o calor siempre es un acierto. Una preparación cocinada a fuego bajo hasta que todos los ingredientes estén tiernos y melosos.

Un plato muy casero y fácil de hacer.

Para preparar estas patatas guisadas con costillas adobadas, utilicé costillas adobadas secas. Antes de echarlas en la cazuela, debemos dejarlas en remojo la noche anterior para que la carne quede tierna. Si las costillas son frescas, podemos echarlas al momento sin problema.

ste es un plato de cuchara, de esos de toda la vida, que me transporta a mi infancia, a la comida de mi madre, a esos días de invierno al salir del colegio que no siempre me gustaba lo que había (supongo que un poco como tod@s) pero cuando había patatas guisadas, yo me las acababa sin pestañear... Ya hacía mucho tiempo que no las preparaba, así que no ha quedado ni una triste gota de caldo en el fondo de la olla. Yo las suelo hacer con costillas de cerdo ibérico adobadas, pero puedes hacerlo con costillas frescas que también salen buenísimas y particularmente me gusta prepararlas en la olla express, aunque puedes hacerlas en una olla normal, pero sabes que los tiempos se duplican. Un día se me ocurrió hacerlas en Thermomix porque tenía prisa y también salen muy buenas, por lo que os dejaré las diferentes opciones... En casa ¡Nos encantan! #mirecetario

Hace mucho que no hacía esta receta que aprendí de mi madre y que me trae muy buenos recuerdos de mi vuelta del cole para comer pensando que me iba a encontrar unas costillitas en el plato ( mi madre solía decirme cuando me iba al cole, qué habría de comida), sobre todo las patatas que las acompañaban y que yo siempre comía, y todavía las como, aplastadas con un tenedor. Bonitos recuerdos. Esta receta se la dedico a ella, con quién ojalá pudiera compartirla