Lo primero que vamos a hacer va a ser separar el relleno de las galletas, que reservaremos para usar después.

Con ayuda de una picadora trituramos las galletas hasta que queden en polvo. Si no disponemos de picadora meteremos las galletas en una bolsa hermética de plástico y con ayuda de un rodillo las iremos deshaciendo.

A continuación pondremos a derretir la mantequilla en el microondas hasta que se disuelva, la agregaremos a las galletas y removemos hasta que esté bien integrada, así formaremos una pasta que servirá de base de nuestra tarta. Reservamos y la metemos en la nevera mientras hacemos la tarta.

En un cazo a fuego medio ponemos la crema de las galletas con: el azúcar y el queso philadelphia. Cuando los ingredientes anteriores estén disueltos añadiremos la leche y removemos hasta que esté todo bien disuelto y sin grumos.

Con ayuda de unas varillas eléctricas (que previamente habremos metido en el congelador junto con el recipiente que vayamos a utilizar) semi-montaremos la nata. No necisitamos que la nata se monte al 100% ya que sino la receta no se realizaría correctamente.

Una vez esté semi-montada la nata y cuando la mezcla que hemos hecho anteriormente este fría, la añadiremos e iremos revolviendo con movimientos envolventes con ayuda de una espátula

Este será el resultado que tenemos que obtener. Una vez listo añadiremos la crema encima de la base de galletas y dejaremos enfriar en la nevera un mínimo de 6 horas.

Desmoldamos y decoramos al gusto de cada uno, ahí ya dejamos fluir la imaginación. Cómo veis yo he rallado un poco de galleta y he colocado por encima unas cuantas Oreo partidas.