En una olla grande con un chorrito de aceite, echamos las verduras cortadas previamente en taquitos pequeños. Las echamos poco a poco. Primero la cebolla, después los pimientos, más tarde calabacín, luego berenjena, y por último los champiñones. Cuando echemos estos últimos, regamos la mezcla con un poco de sal.

Cuando la verdura esté tierna, echamos la nata y lo dejamos sin tapar hasta que la mezcla comience a entrar en ebullición.

Mientras está unos minutos en ebullición, precalentamos el horno con fuego superior e inferior a 180 grados.

Retiramos del fuego la mezcla y cuando dejen de salir burbujas por la ebullición metemos toda la mezcla en un recipiente profundo de barro o cristal, que es el que vamos a meter en el horno.

Una vez vertida la mezcla en el recipiente, ponerle como sombrero lonchas de queso tierno tapando por completo el recipiente, (cuidado de que los bordes del queso no queden por fuera del recipiente!!!).

Ponemos el fuego en el horno solamente el de arriba y horneamos hasta que el sombrero de queso se vuelva algo anaranjado como en la foto.

Voila! Tenemos un guiso perfecto como plato único e hiper nutritivo. Espero que os haya gustado, (perdón por la escasez de fotos pero solo hice del resultado y se me ocurrió en el último momento subir la receta).