Poner en el vaso de la batidora todos los ingredientes y batir con las varillas.

Calentar una sartén pequeña (tamaño ideal para tortitas y que no se pegue) con unas gotas de aceite o un pelín de mantequilla y preparar un cazo, es la medida buena para cada tortita.

Verter el cazo sobre la sartén ya caliente, hacerlo justo en el punto central de la sartén y sin mover el cazo, el preparado se repartirá sólo y uniformemente al expandirse en la sartén.

El fuego lo tendremos a mitad, esperar a que comiencen a salir burbujitas por toda la superficie de la tortita y con una lengua de repostería ayudarte por un lado para ir levantando.

Con la ayuda también de una espumadera redonda podrás darle la vuelta a la perfección sin necesidad de malabarismos. Esperar que dore por el otro lado y sacar.

Para las siguientes tortitas no hay necesidad de añadir más aceite o mantequilla a la sartén, hacer el mismo procedimiento y saldrán unas 5 o 6, dependiendo de la medida del cazo y de la sartén.

Servir a gusto de cada uno, con nata, chocolate, mermelada. A mi no me gustan los siropes que venden y los hago yo misma, mezclando a la mermelada de fresa un poquito de agua caliente y batiendo, por ejemplo, el de chocolate mezclo: cacao puro en polvo, harina de algarroba y una cucharada de Nutella, se calienta con un pelín de agua y queda un sirope de lujo. A disfrutar!