Primero hacemos un arenado con la manteca fría y la harina. Cortamos manteca en cubos y con las manos vamos frotando con la harina, sin amasar, hasta que tenga consistencia de arena mojada. Agregamos luego el resto de los ingredientes y unificamos sin amasar. Para que nos quede un bollo uniforme, podemos hacer un fresado. Esto es, con el talón de la mano, vamos aplastando y deslizando 2 o 3 veces toda la masa para que se junten los ingredientes.

Una vez que tengo mi masa, la coloco en una bolsita o film, la aplasto, y la llevo 1 hora a la heladera para que se hidrate bien.

Si usaste aceite, el procedimiento es algo diferente. Primero mezcla los ingredientes húmedos, luego agregá de a poco los secos y forma la masa uniforme sin amasar. No lleves a heladera, pero dejá reposar unos 20 minutos para que se hidrate la harina.

Usa una tartera, que podés forrar con papel manteca si querés desmoldar más fácil. (yo no lo uso). Precalentar el horno. Dividí las masa en 2 partes, una grande para la base y borde y el resto para las tiras.

Podes estirar la masa con palo y colocarla en tu molde. A mí, en general se me rompe, así que directamente la acomodo y estiro con la mano sobre mi molde. Por eso su aspecto rústico. Como no tuve paciencia, hice lo mismo con las tiras. Si querés unas tiras prolijas, estira la masa con palote sobre papel manteca y manda al freezer por algunos minutos. Cuando veas que está dura, cortá con cuchillo y acomodá las tiras a tu gusto.

El dulce de batata es blando, por lo que no necesitás derretirlo para colocarlo sobre tu base. Simplemente hace un puré, aplastando con el tenedor, colócalo sobre tu base, y termina con las tiras a tu gusto.

Hornea por unos 30 minutos, o hasta que al pinchar la masa con un palillo salga seco. Disfruta en buena compañía!!!