Los budines son ideales para el otoño, para el invierno y, sobre todo, para las fiestas navideñas. En casa suelo hacerlos para el té de las tardes frías y lluviosas.Qué rico tomar una taza de té calentito con un trozo de budín, delante de la chimenea y viendo cómo se oscurece o llueve.Los budines, se preparan muy bien, rápido y nunca fallan si seguimos la receta. Un poco de licor, mermelada o una crema perfumada, los transforman en auténticas delicias.

Los tradicionales budines, plumcake, son siempre bienvinidos a la hora de la merienda o del desayuno.

Recuerdo que mi madre preparaba unos budines de pan y/o bizcochos con restos de estos alimentos. Eran deliciosos porque ella les incorporaba frutas secas, frutos secos, fruta cristalizada (abrillantaba), manzanas o cualquier fruta fresca que tuviese en casa.Inspirándome en su receta hice este budín de pan y bizcocho a la naranja.

Todas las fiestas navideñas la casa de mi madre se llenaba de deliciosos aromas a canela, vainilla y limón. A pesar de que en mi país se celebran estas fiestas en verano, no por ello en mi casa se dejaban de preparar pan dulce, tortas y budín inglés. La receta base que hacía mi madre, de este manjar, y que con los años adopté en mi cocina, es de la famosísima cocinera argentina Petrona C. de Gandulfo, tan bien conocida y muy apreciada por algunos de los integrantes de este blog.Esta receta que comparto con vosotros tiene unos ligeros cambios que hizo mi madre en su día pero, fundamentalmente la receta es la misma.A mi me gusta tomarlo por la tarde con una buena tacita de té.Espero que os guste porque queda buenísimo!

Todos los años preparo un budín para tomar el té durante las fiestas navideñas. Este año cambié la receta y preparé uno diferente de años anteriores. Quedó muy jugoso por las frutas escarchadas y los orejones de albaricoques. Crujiente por los deliciosos frutos secos.Desde la mañana la cocina y el resto de la casa se fue llenando de un delicioso aroma a vainilla, ralladura de lima y vino dulce. Una delicia por partida doble, el aroma y el sabor.

Este es un budin de pan que hacía mi abuela cuando yo era niña se hace con pan del que nos va quedando ya sea de sal o bien de dulce. Es rápido de realizar y económico.

Tenía tantos paquetes de estas galletitas en casa que preparé un postre con ellas más leche, huevos y azúcar, una especie de budín al que di un toque especial añadiéndole trocitos acaramelados de nueces y almendras en su decoración.Sencillito y delicioso, con suave y perfumado sabor a naranja

Este budin lo hice porque no me gusta desperdiciar nada en la vida y menos en la cocina, asi nació este plato que lo comparto con ustedes realizado a base de las orillas o cortezas del pan de miga, o tambien llamado pan de molde (tipo pan lactal pero mas grande) que se usa para hacer los sandwichs.

Una receta para servir al final de la comida o para degustar a la hora de la merienda. Un postre en el que la fruta es la protagonista, cerezas y piña una combinación de color y de sabor exquisita.

Comer sano es muy importante para mi familia y para mi. Así que aquí les dejo una receta súper fácil y riquísima 😋🙌

Estoy probando nuevas recetas para las fiestas navideñas. Busco platos dulces y salados que, sin olvidar totalmente, los productos tradicionales en lo posible, que no importen gastos excesivos y que sí mantengan su esencia festiva.En este budín he integrado harina de espelta. Usando, así mismo, frutas deshidratadas y nueces. Y enriquecido con un poco de almendras molidas.Quedó un pastel más sano, por la harina de espelta y la almendra, y también me ha permitido poner algún dulce extra.El resultado ha sido muy satisfactorio y ha gustado mucho.Este pastel no falta nunca en mi casa durante la Navidad, no es nada difícil y es muy rendidor. Además de que tiene lo esencial de estas fiesta.¡¡¡FLICES FIESTAS para toda esta bonita comunidad de cocineros y reposteeros!!!