En primer lugar, enjuagamos los choquitos enteros, sin limpiarlos y los ponemos en un bol. A continuación, le añadimos escamas de sal piramidal al limón con generosidad, mezclamos bien con las manos y reservamos en el frigorífico para que se vayan saldo durante unos quince minutos.

A continuación, cogemos un vaso batidor y le añadimos, los tres dientes de ajos picados, la cucharilla de hojas romero, las cinco hojas de salvia fresca y una pizca de sal fina.

A continuación, ponemos un colador en la boca del vaso batidor y le añadimos el medio limón grande y de esta manera, evitamos que caigan las semillas en el interior del vaso batidor.

Seguidamente, le añadimos el aceite de oliva virgen extra.

Metemos el brazo batidor y comenzamos a batir a muy baja potencia con mucha paciencia hasta que tengamos una especie de alioli líquida. Esta salsa, la que nos sobre, la ponemos guardar en el frigorífico, tapada con film, para utilizar en otras recetas que veamos que nos pueda servir.

A continuación, ponemos una sartén en el fuego y que tenga un fondo difusor muy grueso, y cuando este caliente, le añadimos un par de cucharadas soperas de ali oli y lo repartimos por el fondo donde vamos a colocar los choquitos.

Cuando este muy caliente, colocamos los choquitos bien aliniandos, bajamos el fuego y dejamos que se cocinen durante tres a cuatro minutos en la misma posición que los hemos puesto.

Pasados los tres minutos y veamos que comienza a cambiar de color y comienzan a reventar por la parte de arriba.

Le añadimos un par de cucharadas soperas más de ali oli y dejamos un par de minuto más.

Pasados el par de minutos, cogemos una cuchara y le damos la vuelta uno a uno con mucho cuidado y el mismo sitio y volvemos a dejar otro par de minutos y listo.