Mientras cortar el camembert en trozos lo más pequeños posibles. Yo suelo usar un queso de 200 g, porque le quito lo que puedo de la parte blanca de la corteza porque no me gusta mucho el sabor pero eso es a gustos. Sin quitar la corteza bastaría con 150 gr de queso

En un rato se habrá endurecido mucho la masa. Yo creo unos rulos con las manos como si fuera plastilina. Luego corto el rulo en partes iguales, así todas salen iguales. El grosor del rulo dependiendo de l tamaño que queráis las croquetas.

Acabamos de dar forma a las croquetas con las manos, lo bueno es que esta masa apenas se pega. Pasamos las croquetas ligeramente por harina, retirando el exceso. Luego por huevo con ayuda de un tenedor para escurrir el exceso y luego lo pasamos al pan. Solamente moviendo el plato, el pan se irá pegando a la croqueta. Finalmente la acabamos de trabajar con las manos para acabar de compactar el pan. Pero en este punto la croqueta está limpia y apenas nos manchamos las manos.

Freír en abundante aceite caliente, dejando separación entre croquetas. Por supuesto se pueden congelar, las croquetas ya formadas o la masa para acabarlas de crear al descongelar.