Coloca media taza de azúcar en un sartén u olla a fuego medio, revolviendo constantemente, después de unos pocos minutos comenzarás a notar que se pone espesa y más café, finalmente notarás que ya está lista por el color caramelo que toma, luego la colocas en el molde que utilizarás para la leche asada, es normal que se solidifique en ese momento, pero no hay problema por qué luego en el horno queda líquida otra vez.

Luego bate las 4 claras hasta que queden espumosas, después añade el azúcar y posteriormente las yemas, revuelve bien.

Finalmente agrega los 500 ml de leche fría y al terminar de mezclarlo traspasas a la asadera, yo ocupé una pequeña para esta cantidad de mezcla.

Te darás cuenta que está lista por que se tostara por arriba y al pinchar con un cuchillo notarás que ya no es líquida, también puedes moverla y se verá más cuajada como si fuese gelatina.

Sácala del horno y déjala unos minutos afuera hasta que baje la temperatura del molde y luego la llevas al refrigerador por algunas horas.