Selva negra a mi manera

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lacocinademinia.es @lacocinademinia
Santiago de Compostela

El bizcocho selva negra, en alemán, Schwarzwälder Kirschtorte, no goza de gran admiración por mi parte, y todo se debe al alcohol.

Tengo que admitir que no soy nada amiga de los postres que llevan alcohol, salvo contadas excepciones, y aún menos si el alcohol está en crudo.

Pero he conseguido rehacer la receta de la selva negra para que, no sólo me guste a mí, si no que también la puedan tomar los niños.
http://www.lacocinademinia.es/selvanegra/

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Ingredientes

120 minutos
6 raciones
  1. 2huevos
  2. 1 tazabuttermilk (tranquilos, ya os explico en el primer paso como hacerlo)- nos va a hacer falta leche desnatada y un limón
  3. 2 tazasazúcar moreno
  4. 2 tazasharina
  5. 1 tazacacao puro
  6. 2 cucharaditasbicarbonato
  7. 1 cucharaditalevadura
  8. 1 vasoaceite de girasol
  9. Sal
  10. Medio litronata para montar
  11. 2 cucharadas azúcar glass

Paso a paso

120 minutos
  1. 1

    Lo primero que vamos a hacer es preparar el buttermilk. Se puede comprar ya hecho, pero también se puede hacer de una forma fácil y rápida en casa.

  2. 2

    El buttermilk es el suero de la leche. Normalmente es el suero que suelta la nata cuando se transforma en mantequilla, pero una manera fácil de hacerla es “cortando” la leche. Sí, sí, dije bien, cortando la leche. Vamos a poner un vaso de leche desnatada (mejor de la leche fresca, la que hay que tener en la nevera), y le vamos a echar el zumo de un limón entero. Hay quien le echa vinagre de manzana, pero a mí me gusta más con el limón.

  3. 3

    No removemos y lo dejamos reposar unos 15 minutos. Pasados esos 15 minutos veremos que se ha cortado la leche y que queda un líquido transparente, ese es el buttermilk. Lo usaremos así, directamente, no hace falta ni colar.

  4. 4

    Separamos las yemas de las claras y, con un toque de sal, montamos las claras a punto de nieve.

  5. 5

    Batimos mucho las yemas con el azúcar, hasta que se deshaga el azúcar por completo y le agregamos el aceite. Mezclamos todo muy bien y vamos agregando poco a poco la harina, el cacao y la levadura

  6. 6

    Agregamos el buttermilk y el bicarbonato al final. Es imprescindible utilizarlos a la vez para que el bizcocho sea muy esponjoso.

  7. 7

    Por último incorporaremos toda esta mezcla a las claras a punto de nieve con movimientos envolventes para evitar que se rompan las burbujas de aire y metemos la preparación en un molde amplio. Si no es de silicona habrá que prepararlo previamente con mantequilla o bien cubriéndolo con un papel sulfurizado.

  8. 8

    Metemos en la nevera unos 20 minutos mientras encendemos en el horno a 180º.

  9. 9

    Una vez que hayamos tenido la preparación en la nevera, la metemos en el horno entre 40-50 minutos. Probaremos con el cuchillo que el bizcocho no lo manche para saber que está en su punto.

  10. 10

    Retiramos el bizcocho del horno y lo dejamos enfriar.

  11. 11

    Montamos la nata con el azúcar glass.

  12. 12

    Cortamos el bizcocho horizontalmente por la mitad y echamos la nata entre las dos capas, sin extender demasiado, para que no se apelmace. Tapamos con la capa y echamos más nata sobre la superficie. Podemos adornar con unas virutillas de chocolate o con un chocolate rallado. También se puede tomar el bizcocho sin la nata, está igualmente bueno. Buen provecho

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Caricatura gris dibujada a mano de una cámara y una sartén con estrellas saliendo de la sartén

Comentarios

Marieta
Marieta @maria_marieta
Ayyyyyy qué pasada!! Yo nunca he hecho una de estas, y tengo un montón de ganas, así que próxima celebración ¡¡la hago si o si!! :)

Escrita por

lacocinademinia.es
lacocinademinia.es @lacocinademinia
Santiago de Compostela
Antes de nada os presento mi blog: http://www.lacocinademinia.es/Con esta página no pretendo sumar otra más al amplio mundo de páginas de recetas, sino que quiero ir algo más allá, a través de recuerdos, de reflexiones, trucos, consejos, gustos, etc. Al fin y al cabo, el momento de la cocina es un momento para estar con uno mismo y da lugar a pensar en infinidad de cosas.Mucha de la gente que ha pasado por mi mesa a comer me ha comentado la idea de abrir un restaurante…¡¡¡¡noooo!!! ¡Qué forma de odiar la cocina!. Al igual que me han insinuado que me presente a un concurso de cocina. Al próximo que me diga que me pesente a un concurso de cocina lo mando al Gran Hermano.Sí que es cierto que tengo dos estados diferentes en la cocina: disfrutándola- normalmente fines de semana y cuando viene gente a comer a casa-, y odiándola- cuando tengo que pensar TOOOODOS los días el menú del día siguiente-.Y cuando digo pensar, no sólo es pensar en lo que hacer de comer, sino repasar mentalmente los ingredientes que tengo en el congelador, en la nevera, en la despensa, los que tendría que comprar en caso necesario, en qué momento puedo ir a comprar, si antes o después de recoger a los niños en el cole, o entre que van a una clase o a otra,… ¡¡Lo odio!! Pero no por ello odio cocinar.Empecé este proyecto como terapia y porque, como dice mi madre, soy un “culo inquieto”. Siempre tengo que tener algo en mente y si supone un reto para mí, mejor. Como terapia, me ha servido, y con creces. Estoy teniendo mejor acogida de lo que esperaba y además, tengo a la familia encantada. Todos los días comen algo diferente. No os creáis que las fotos me las saco de internet, no. Las fotos son hechas por mí de platos cocinados por mí, lo cual me obliga a cocinar variado, aunque bien es cierto que no es muy diferente de lo que cocinaba anteriormente.
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