Derretimos la tableta entera de chocolate al baño María. Una vez derretido el chocolate lo apartamos del fuego mientras hacemos los siguientes pasos.

Puedes encender ya el horno para que esté ya caliente al terminar todo el proceso. Precalentar a 180 grados.

Ahora vamos con los huevos. Separamos las yemas de las claras.

En un bol grande, con una batidora de varillas (también sirve una varilla manual) batimos las claras hasta conseguir que se queden a punto de nieve. ¿Un truco? Para saber que están bien hechas tienes que ponerte el bol encima de la cabeza y no se pueden caer! Pero cuidado! Jaja

Ahora, en otro bol batimos las yemas. Una vez batidas cogemos el chocolate y lo mezclamos con las yemas. Hay que batirlo muy bien hasta dejar una masa homogénea.

Por último, vamos incorporando poco que poco las claras a punto de nieve a esta mezcla consiguiendo de nuevo una masa homogénea.

Ya todo listo vamos a por el horno. Si ya está caliente, servimos la mezcla en un recipiente apto para horno previamente pincelado con algo de aceite para que no se nos pegue.

Dejamos hornear 25 minutos. Recomendación: Ir vigilándolo y pincharlo con un palo o un tenedor. Si sale limpio.. ya estaría!